La tendencia actual-futura es que los electrodomésticos sean cada vez más inteligentes; es decir, que estemos donde estemos tengamos control de lo que sucede con el refrigerador, las luces y todos los objetos que tenemos en casa.

A este tipo de conectividad se le conoce como el Internet de las cosas (loT por sus siglas en inglés), se puede definir como la interconexión digital de electrodomésticos con Internet para facilitar las tareas humanas.

Los defensores del Internet de las cosas afirman que la interconectividad global nos permitirá localizar y controlarlo todo, en cualquier lugar y en cualquier momento.

En el caso de los refrigeradores podríamos ver qué es lo que hace falta en casa desde el supermercado, revisando en nuestro dispositivo móvil si falta huevo, leche, mantequilla, etc.; también podríamos verificar si dejamos la puerta cerrada, prender o apagar el refri, poner en marcha el horno de microondas para que la casa nos reciba con la cena preparada… y una infinidad de cosas que serían sumamente económicas en términos de tiempo y energía.

Sin embargo hay quien sostiene que implementar Internet en el refrigerador o cualquier otro artefacto implica mayores riesgos a la privacidad. Recientemente, la BBC junto con investigadores de la firma de seguridad Nettitude realizaron el experimento «Casa tomada», que consistió en llenar una casa con diferentes objetos inteligentes y pedirle a los expertos que demostraran cuán fácil era vulnerar sus sistemas de seguridad.

Los resultados fueron desalentadores para los amantes del Internet de las cosas, pues al contar con cámaras y micrófonos, los electrodomésticos suponen un nuevo riesgo a la privacidad de la información, que puede ser vulnerada al estar disponible en la web.

Incluso se publicó un artículo que tacha los refrigeradores inteligentes como «un peligro» y un «intruso» que «revelará secretos a cualquiera que sepa hacer las preguntas correctas».

Sin duda aún falta perfeccionar la manera como se implementará el Internet en sólo en los refrigeradores sino en automóviles que conversan, camisas que hablan y demás aparatos, de modo que este tipo de conectividad sea más bien algo benéfico para los usuarios.

¡Pues arreglarlo! Pero si de plano ya  está inservible, lo correcto es desecharlo responsablemente para que no contamine el medio ambiente.

Pareciera que cerramos los ojos por la noche y al abrirlos al día siguiente el mundo sigue siendo el mismo. Pero no. Y si no cuidamos del ambiente hoy en un par de mañanas nos encontraremos con un gran hoyo en la capa de ozono.

Ya sé qué estás pensando. Córtale al rollo ambientalista. Lo cierto es que acciones tan simples como deshacernos correctamente de la basura que puede ser contaminante es una gran contribución.

Muchos refrigeradores y aires acondicionados contienen mercurio, PCB, CFC-11 y CFC-12 que dañan la capa de ozono, elementos y gases que son los más peligrosos del efecto invernadero.

Quizá el gas que contiene un solo refrigerador no sea tan dañino, pero considerando la cantidad de electrodomésticos que se desechan al año, el riesgo ambiental es severo:

El R12 tiene un estado de vida de mil años en la atmósfera. 40 toneladas de gas R22 equivalen a la emisión de 1 millón 250 mil toneladas de CO2.

Así que ya sabes, si tu refrigerador ya no tiene reparación y decides venderlo a un taller, asegúrate de que tengan máquinas para recuperar este gas, pues muchos compradores de chatarra simplemente lo liberan al medio ambiente.

Si no es en un taller, también hay centros de acopio y reciclaje de refrigeradores que tienen la finalidad de evitar la contaminación en México; hay en varios Estados y una simple googleada te arrojará el que te quede más cerca.

Otra opción que tienes es acudir a alguna convocatoria del «Reciclatrón», una iniciativa del Gobierno mexicano para que te deshagas de aparatos eléctricos potencialmente contaminantes. Tiene varias jornadas al año.

Y ya que vas a adquirir un nuevo refrigerador (y lo mismo aplica para aires acondicionados) verifica que el gas que utilice sea el R134, pues no contiene cloro por lo que es más amistoso con el ambiente.

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Alguna vez te has preguntado: ¿cómo es que se crearon los refrigeradores?, de ser así, este es el contenido perfecto para ti, pues conocerás todas las ideas, conocimientos y avances científicos que contribuyeron al origen de este dispositivo. ¡Sigue leyendo para descubrir la historia de los refrigeradores domésticos!

La humanidad siempre ha buscado maneras de conservar sus alimentos, por ejemplo, Alejandro Magno mandó construir cámaras subterráneas para evitar quedarse sin suministros durante la guerra; por otro lado, muchas personas bajaban nieve de las montañas envuelta en paja para conservar los alimentos y también se hicieron cámaras o casas de hielo para luchar contra el paso del tiempo y la descomposición de la comida.

Para llegar a los refrigeradores caseros que se conocen en la actualidad se deben de tomar en cuenta varios principios de refrigeración descubiertos a mediados del siglo XX por científicos que investigaban otras cosas y no estaban precisamente interesados en el enfriamiento.

Michael Faraday descubrió la licuefacción de los gases, es decir, el cambio de estado gaseoso a líquido, al trabajar con amoniaco; por la misma época William Cullen, médico y químico escocés, creó una bolsa de frío al descubrir que algunas de las reacciones químicas repelen el calor y con ello sentaron las bases para la refrigeración moderna.

Unos años después, el inventor norteamericano Oliver Evans diseñó la primera máquina refrigerante, que era una versión moderna de la casa de hielo y empleaba los mismos principios descubiertos por Cullen; casi al mismo tiempo que Evans diseñaba su máquina, Thomas Moore quería trasladar leche, huevo y mantequilla y que llegaran frescos a su destino, por lo que inventó una caja de madera helada, hoy conocida como la nevera.

Finalmente, la primera patente de esos refrigeradores rústicos la obtuvo Jacob Perkins en 1834, pero todavía restaba un largo camino antes de llegar a los refrigeradores que se conocen ahora. En la búsqueda del perfeccionamiento de estos aparatos se llegaron a cometer algunos errores, como en 1859, que Ferdinand de Carré hizo el primer refrigerador de absorción que usaba amoniaco líquido, el cual se descartó después porque es un compuesto tóxico.

Fue hasta 1879 que Carl von Linde creó el primer refrigerador doméstico, el cual se comercializó por General Electric hasta 1927. Actualmente, los refrigeradores domésticos son más prácticos y amigables con el medio ambiente, ya que funcionan a través de un sistema de compresión de gas, generalmente emplean queroseno o butano.

¡Listo! Ahora ya conoces la historia de los refrigeradores domésticos y quienes fueron los científicos que ayudaron a que hoy tengas un gran electrodoméstico que se encarga de mantener tus alimentos en buen estado.

Refrigeración NER te dice todo sobre tu refrigerador

Así como hoy conociste sobre la historia de los refrigeradores domésticos, el blog de Refrigeración NER tiene toda la información sobre el mundo de estos electrodomésticos, pues podrás conocer desde los problemas más comunes del refrigerador hasta saber reparar el condensador del dispositivo.

NER cuenta con técnicos en refrigeradores que te brindarán todo lo que necesites para que tu refrigerador funcione correctamente, pues tendrás información y servicio de expertos que te darán la confianza y garantía de su trabajo, consulta en Refrigeración NER para cotizar el precio de reparar un refrigerador. 

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NER es un servicio especializado en el mantenimiento y reparación de refrigeradores en el DF. No importa que marca sea tu electrodoméstico porque tienen experiencia con Samsung, Philips, Acrost, Mabe, Kenmore, Maytag, Bendix, entre otros.

Al contratar los servicios de Refrigeración NER obtienes el beneficio de arreglo de refrigeradores a domicilio, presupuesto sin costo con un servicio de reparación urgente en menos de 3 horas.

Soluciones eficaces con Refrigeración NER.

Fuentes consultadas:

1. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4347482

Cuando se descompone un electrodoméstico como la lavadora o el refrigerador, muchas veces lo primero que se piensa es en adquirir uno nuevo, pues se cree que puede llegar a costar menos que hacer una reparación, la cual a veces puede llevar a otra, otra y otra. Por eso Refrigeración NER ha reunido la mejor información para que sepas cuándo es momento de realizar una reparación o de  comprar un frigorífico nuevo, de esta manera podrás hacer una inversión lógica y adecuada que ayude a tu monedero. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es lo primero que debes de considerar?

Cuando tomas la decisión de reparar un refrigerador o comprar uno nuevo, es importante que te fijes en diferentes factores que te pueden ayudar a saber cuál es el costo aproximado de una reparación y, por lo tanto, si lo mejor es hacer una u otra.

Así que antes de tomar una decisión, lo mejor es considerar los siguientes aspectos y revisar cuáles son  las fallas más comunes que puede presentar tu electrodoméstico, ya que algunas de ellas tienen una forma de arreglo bastante simple. Estos son algunos puntos que puedes considerar:

• Edad del refrigerador: los electrodomésticos y cualquier otro aparato eléctrico tiene un tiempo de vida útil, en el caso de los refrigeradores este es de aproximadamente 15 años, aunque es probable alargarla dándole un mantenimiento y uso adecuado.
• Impacto ambiental: tanto la fabricación como el uso de los refrigeradores dejan una huella de carbono, por lo que si esta empieza a ser mayor y causa más daño en el ozono y en el clima global a causa de un gran consumo de energía te puedes apoyar en un profesional para saber si la reparación es sencilla o complicada.
• Cada dispositivo cuenta con características y funcionales específicas, en los modelos más nuevos se debe considerar si el problema está en sus actualizaciones (como sistemas de enfriamiento más eficientes, organización mejorada, tecnologías inteligentes o alguna otra). 

Principales factores al momento de decidir si comprar uno nuevo o prepararlo

1. Diferencia entre el costo de reparación vs. el costo de uno nuevo: los expertos mencionan que si el costo de reparar tu refrigerador es mayor a la mitad del precio de un refrigerador nuevo, lo más recomendable es comprar uno.
2. Edad del dispositivo: como se mencionó, cada electrodoméstico tiene un tiempo de vida útil promedio, el de los frigoríficos ronda entre los 10 y 20 años, por lo que si está cerca de superar este rango puede ser más económico y una mejor inversión a largo plazo el adquirir uno nuevo.
3. Eficiencia energética: los modelos actuales cuentan con una mejor regulación del uso de la energía a comparación de los antiguos, por lo que  si a pesar de tener un arreglo las facturas de tu electricidad continúan siendo las mismas o están aumentando, lo mejor es comprar uno más novedoso.
4. Considera la producción y entrega del nuevo aparato: estos pueden llegar a tener un impacto negativo en el ambiente si es que tu electrodoméstico aún funciona, ya que en lugar de apoyar al ecosistema mundial podrías terminar dañando más.
5. Considera tus necesidades: cada uno de los dispositivos que tienes en tu hogar deben de servir para cubrir una necesidad y en el caso de este electrodoméstico, el cual cuenta con diferentes funcionalidades que te permiten no solamente mantener una mejor conservación de los alimentos, sino también poder obtener otros beneficios que te ayudan en tu día a día.

Finalmente, al momento de decidir es importante que realices una lista de pros y contras de cada una de tus opciones, así podrás tomar una decisión racional y realizar  una acción en beneficio de tu vida y tu economía. En caso de que decidas repararlo, recuerda que existen servicios técnicos especializados en refrigeradores, como NER; pero si consideras que lo mejor es comprar uno nuevo, apóyate en expertos como los técnicos de Refrigeración NER para darle un mantenimiento adecuado desde el inicio y que así su vida útil se prolongue.

Refrigeración NER te dice todo sobre tu refrigerador

Los servicios de NER, no solo se quedan en brindarte conocimientos sobre tu electrodoméstico por medio de su blog, sino que también cuenta con la reparación de refrigeradores en el D.F. ¡Conoce todos los servicios de Refrigeración NER para ti!

1. Blog: artículos que se suben mes con mes en los cuales encontrarás información sobre el refrigerador.
2. Servicio de técnico de refrigeradores: este servicio es a domicilio y lo mejor de todo es que solo te cobran por la reparación de refrigeradores sin cargos extras.

¡Ante cualquier problema no dudes en ponerte en contacto con Refrigeración NER!

Llama al teléfono 55 6828 1502 para obtener reparaciones el mismo día.

Fuentes consultadas:

1. https://blogs.elpais.com/eco-lab/2011/05/es-mejor-reparar-un-frigorifico-o-fabricar-uno-nuevo.html

Aunque los refrigeradores actualmente traen sistemas de deshielo y limpieza automáticos, es aconsejable hacer un descongelamiento manual. La descongelación automática hace que los refrigeradores usen un 35% más de energía que los modelos similares de deshielo manual, además, durante el ciclo de descongelamiento automático la calidad de los alimentos puede verse afectada.

Si tenemos un refrigerador básico o viejito debemos descongelarlo cuando el hielo tenga 5mm o cuando se acumule en las espirales del compresor; este procedimiento se debe hacer al menos una vez al año.

Para ello, te presentamos dos métodos:

1. Solamente debes vaciar el refri, desenchufarlo y dejar las puertas abiertas al menos 24 horas; así se descongelará sin necesidad de que uses elementos cortantes o punzantes para eliminar el hielo, ya que esto puede dañar frigorífico irremediablemente. Hay que poner toallas para que absorban el agua cuando se descongele. También puedes poner periódico en el suelo para evitar charcos.

2. Si no tienes tanto tiempo, puedes sacar los alimentos, desenchufar el refri y poner una olla de agua caliente adentro de la nevera. Tendrás que ir recogiendo los trozos de hielo que se vayan desprendiendo; es recomendable que pongas una toalla que absorba el agua que cuando se descongele. Tras unos 15 minutos cuando la olla se enfríe, cámbiala por otra con agua caliente y repite el procedimiento unas dos o tres veces más, hasta eliminar el hielo por completo.

En ninguna circunstancia se aconseja usar objetos cortantes o puntiagudos para quitar el hielo, pues además de que dañan el refrigerador, puedes lastimarte. Una vez termines de deshielar el refri, límpialo con pasta suave de bicarbonato de sosa y agua, no uses jabón porque deja residuos difíciles de aclarar que pueden alterar el sabor de los alimentos.

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Sí, sí. Los conectamos a la luz y como por arte de magia comienzan a enfriar los alimentos, pero es interesante detenerse a pensar cómo lo hacen. En realidad es muy sencillo, funcionan por medio de la compresión y descompresión de un gas llamado refrigerante. Para entender cabalmente este proceso hay que recordar dos cosas:

1. Cuando los líquidos se evaporan absorben el calor de su ambiente
2. Cuando están a presiones bajas, se evaporan a menor temperatura

Los líquidos que se evaporan fácilmente a bajas temperaturas son potenciales refrigerantes como el clorofluorocarbono, que se utiliza en la mayoría de los refrigeradores domésticos.

Los refrigeradores tienen una serie de tubos en su interior dentro de los que corre este líquido-gas. A la serie de tubos que se ocupan del enfriamiento se le conoce como serpentín.

Además de los tubos, los refrigeradores también cuentan con un motor eléctrico que lleva este gas a la parte trasera del refrigerador, donde se calienta, se condensa de nuevo y pasa por un tubo muy angosto llamado capilar que devuelve el líquido a los tubos de alto calibre y se repite su ciclo, enfriando así los alimentos que guardamos en el refrigerador.

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